Algo para recordar de la Cultura Maya

     Los Mayas (maya significa ilusión) son un grupo etnolingüístico asentado desde el quinto milenio antes de Cristo en un territorio que abarca el sur de México, Guatemala, Belice, parte de El Salvador y parte de Honduras. Antes de la conquista española crearon una gran civilización original aunque vinculada estrechamente con otras mesoamericanas. Con la conquista española los grupos mayenses fueron sometidos a la cultura occidental. Debido a la fuerza de la tradición y a las condiciones históricas y geográficas han permanecido hasta hoy varias comunidades mayas que hablan sus lenguas y mantienen una infinidad de ideas y costumbres propias, mezcladas con las de la cultura occidental.



Los Mayas estaban abocados a vivir en armonía con ellos mismos, con su entorno, con el planeta y con la galaxia. Todavía sigue siendo su preocupación, es así que un grupo de ancianos mayas se reúne actualmente para poder transmitir su sabiduría y provocar una toma de conciencia en la humanidad. El Consejo de los Abuelos dice que la firmeza está en el espíritu y el servicio en el corazón. La firmeza es la convicción en los objetivos y la perseverancia en su logro. El servicio se refiere a tener presente al bien común sobre el bien personal. Ellos piensan que el problema que sufre la humanidad en la actualidad es que la razón invadió el corazón y así, desplazó el “fuego sagrado” de su interior, dando un predominio del ego sobre el corazón. Al ocurrir esto el hombre perdió su conexión consigo mismo, con los demás, con la naturaleza y el cosmos, dejando de pertenecer a la armonía natural y perdiendo la conciencia de quien era. El hombre se ha encerrado en una jaula, y si bien se cree que vive bien, debe tomar conciencia que podría vivir mejor. La jaula es todo lo que representa el dominio de la tercera dimensión: fama, dinero y poder y todo lo que esto implica. Volviendo el fuego sagrado al corazón el hombre trascenderá al ego y verdaderamente emprenderá el camino de regreso a casa.

La evolución de la humanidad de acuerdo a los códices mayas revelados en su calendario muestran que somos descendientes de las estrellas y estamos en una misión que ha durado 26.000 años (Maya es una estrella del cúmulo estelar llamado PLÉYADES que está en la constelación de Tauro).

Hace 26.000 años los señores de las Pléyades sembraron vida en forma de 4 Razas y 20 Tribus (glifos o sellos) en el planeta Tierra. Cada raza tiene una función o cualidad especial.

A la forma de medir el tiempo le llamamos calendario. Los calendarios de los Mayas fueron los más sofisticados de Meso América y fue el centro de su vida y su mayor logro cultural. Los Mayas contaban el transcurso del tiempo con gran exactitud y mejor que los contemporáneos de Europa. Los antiguos mayas fueron maestros del tiempo. Su calendario les dio una perspectiva tanto física como espiritual del tiempo y sigue siendo la medida más precisa del tiempo jamás concebida.

Tenían muchos calendarios pero dos eran los principales. Cada uno tenía un propósito diferente. Así, el agrícola (Haab), es un calendario solar ya que se rige por el tiempo que tarda la Tierra en dar la vuelta al Sol (365 ¼ días). Este movimiento de traslación da origen a las cuatro estaciones del año, que son muy importantes para el campesino. Este ciclo constaba de 18 meses de 20 días (360 días) más cinco días extra, que dan los 365 días. Además, cada cuatro años se agregaba un día para corregir las seis horas que se atrasaban cada año, igual como se sigue haciendo en la actualidad. El calendario Tzolkin, es el calendario religioso y lo usaban los sacerdotes para regular las ceremonias en honor a los Dioses, predecir el rol de cada individuo en la naturaleza para conservar la armonía y con fines adivinatorios. Constaba de 13 meses de 20 días, o sea que el año estaba constituido por 260 días y se tenían en cuenta los ciclos del sol, de la luna y de Venus. El comienzo del Tzolkin es el día correspondiente al 26 de julio del calendario Gregoriano. El día 25 de julio se lo considera un día fuera del tiempo. Es un Día de Libertad Galáctica, un Día de Perdón Universal, un Día de Sintonización.

Los mayas combinaban estos dos calendarios, produciendo un nuevo ciclo de 52 años que la llamaron ‘Rueda Calendárica’. La coincidencia en los días de ambos calendarios se producía cada 52 años. En algunas regiones de México se usó para la medición del tiempo sólo la rueda calendárica y es así que las fechas para determinados acontecimientos son inciertas ya que la partición del tiempo en grupo de 52 años es muy pequeña. Para corregir esa deficiencia los mayas inventaron la ‘Cuenta Larga’. Con la fecha de nacimiento los Mayas podían saber cuál es la raza y tribu de esta nueva encarnación y con ello su Umbral Galáctico (puerta de entrada) y así saber cuál era el poder que tenían que desarrollar y que poseían dentro. Además sabían cuando llegaron a la misión en el planeta (Castillo) y qué misión venían a cumplir (Onda Encantada).

Los mayas encontraron respuestas a sus preguntas: ¿Quién soy? ¿Para qué nací? a través del Calendario que ellos diseñaron. La relevancia de que cada persona se rija por su signo maya fue lo que hizo del Antiguo Mundo Clásico una civilización de armonía, ya que nadie vivía en oposición a sus energías y destino. Cada uno era respetado, pues todos se sabían parte de un conjunto evolutivo y del desarrollo del plan cósmico. Se respetaba el mandato que cada quién traía, dedicándose a la tarea para la cual había nacido. Todo el mundo desarrollaba su labor de una manera armónica y enriquecedora en completa sintonía con su naturaleza y la de la Madre Tierra. Las Profecías Mayas dicen que esto retornará y regirá la humanidad cuando entren de lleno los cambios del nuevo ciclo. Al medir el tiempo con un calendario obtenemos la sincronización con el entorno. Cualquier movimiento, actividad o evento que se realice se puede sincronizar con el tiempo universal, es decir, con el movimiento de la Luna, el Sol y las estrellas y se puede iniciar una actividad al mismo tiempo, armonizar la vida de los seres humanos con todas sus actividades como siembra, cosecha y período de descanso. El calendario es el instrumento que el hombre ha desarrollado para armonizar los períodos mayores con su propio tiempo biológico. Según como sea la medición que se haga del tiempo, será la manera en que lo experimentamos en nuestro cuerpo físico.

El calendario Gregoriano de 12 meses es un tiempo incorrecto, que te separa de la naturaleza y de tu propio espíritu.

“Así como el aire es la atmósfera del cuerpo, así el tiempo es la atmósfera de la mente; si el tiempo en el cual vivimos consiste de meses irregulares y días regulados por horas y minutos mecanizados, eso es lo que llega a nuestra mente: una irregularidad mecanizada. Si todo procede de nuestra mente, no es de extrañarse en la atmósfera en la cual vivimos se encuentre contaminada, y nuestra queja sea: no tengo suficiente tiempo. Quien posee tu tiempo, posee tu mente. Posee tu propio tiempo y conocerás tu propia  mente” por José y Lloydine Argüelles. En su interpretación Argüelles propone el manejo del tiempo como la cuarta dimensión. Si se utiliza el tiempo incorrecto se permanece sólo en el tiempo físico, fuera del mundo espiritual. La cuarta dimensión (tiempo) es el enlace entre la tercera dimensión (física) y la quinta dimensión (espiritual).

Extracto del Manual de Adriana E. Ortega y Alejandro M. López.